Celebración con Vega Sicilia Único (D.O. Ribera del Duero). Un día es un día, y qué mejor vino para celebrar en casa la Liga 2020-21 del Atleti, recientemente conseguida.
Normalmente no suelo beber botellas de mi modesta colección (hasta ahora pensaba que sería «un sacrilegio»), Pero, ¡qué caray!: a veces podemos tener un poco de manga ancha y hacerlo por una buena causa, como el triunfo colchonero. Ayer domingo, por tanto, nos saltamos las reglas.
En esta ocasión he abierto una de 2006, añada espléndida de esta icónica bodega (Parker la puntuó con 98/100 puntos).
Descorché la botella un par de horas antes para que se aireara y «abriera» bien el vino (no creo sea necesario decantarla), aunque después comprobé que quizás hubiera precisado algo más.
Olerlo con calma; beberlo en maridaje con unos buenos cortes de carne (presa ibérica: ver la foto, más abajo); y dejarse llevar. Sobran las palabras.
Y, como me gusta saborear el vino no suelo llenar mucho la copa: con dos dedos (horizontales, of course) es suficiente. Color rubí oscuro.
En boca destaca su finura y ciertos matices salados, con un punto de acidez muy grato.
Equilibrio, redondez y elegancia sería la conclusión, quizás más propio de 13º que de 14 (como tiene).
Este vino suele tener una gran capacidad de guarda (+50 años). Su crianza mínima es una década (entre barrica y reposo en botella).
En resumen, una delicia, lógico resultado de un bajo rendimiento de las cepas, selección de uvas (¡la materia prima!) y saber hacer en bodega.
Y, no quiero dejar pasar la ocasión sin resaltar el maridaje citado con presa ibérica (de un buen carnicero). Es una carne muy sabrosa (recomiendo redescubrirla), que combina perfectamente con vinos de potencia media y alta (Ribera, Rioja, Priorat, Burdeos, …), es decir: con casi todos.
La carne (a la plancha, sin pasarse para que quede jugosa), la sazoné con una flor de sal que me envió un gran amigo canario (su hijo es merengue): Salinas de Tenefé.
La celebración con Vega Sicilia es un privilegio. Reconozco que no es un vino barato, pero tampoco lo bebemos con demasiada frecuencia.
Tenía previsto comentar este vino más adelante, cuando abordara en la sección «Mi Bodega» de este blog, un grupo de vinos muy especiales. Pero la vida, a veces, trae gratas sorpresas, y lo he adelantado. Hombre de poca fe …
Saludos cordiales a todas y todas. Y, bebamos con moderación.